
Febo altón
de azul capricornio,
señil vestir
de un lar primitivo,
que acurrucó
tosca hiel
y mal genio,
por su celar
de rapaz fugitivo.
De luz trinó
otro día
el camino,
y por venir
de un ayer
su legado,
le recordó
un perdón
y un destino,
al vil gandúl
que lloraba pasados.
Y lo dejó
en añil horizonte,
eterno,
donde el mar
se esconde,
lo dejó sí,
por piedad
en libertad.
Y él gateó
esos días divinos,
y caminó
esta paz
peregrino,
hasta llegar
sin dormir
a despertar.
2 comentarios:
POR RESPETO A UN COMPAÑERO ESCRITOR NO PUEDO COMENTAR EN ESTE POEMA, LO PENSARÉ. EL S.O.S QUE ME PIDES TIENE UN LÍMITE DAMITA LA MAGIA LA DEJO EN TUS CRISTALES BLANCOS.
se compró despertador, o invita a despertar?
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