La coronación del Enano.La nave de los Insanos tiene un Rey.

 Y una mañana delimitada por paredes de bruma te coronaron Rey de los Insanos.
   Te eligieron corona.Sí,el viejo balde de metal utilizado por el manco encargado de limpiar la cubierta coronó tu pequeña cabeza repleta de locuras, de abandono ,disolución y aforismos imaginados.Pero el maldito  no tenía cetro.
   El negro africano con delirios de león rugiente, se apoderó de una sartén y la flagelaba para llamar la atención de los idiotas que atraparon al enano.
     La orden de coronación había sido emitida por el  hacedor  encargado de expulsar  al orate devenido en peligroso.
      El grumete,un esquizofrénico adolescente vestido con sayal de franciscano,habìa escuchado la orden del padre y mentor de este galeón portador de amarguras.¡Que coronen al enano adorador de desdentados!¡Y que lo coronen ya!.
    El pequeño deficiente había aniquilado sus lágrimas.Sólo quedaba su alma ensordecida por  los amaneceres decapitados por la guillotina tan serenamente operada por el verdugo de los sueños,el que se había ocupado sistemáticamente de asesinarlos desde el momento que fué escupido ominosamente entre asquerosos fluidos, a este hediondo teatro del espanto al que todos fuimos arrojados.


  Eric von Bibert