Las
palabras existieron antes que Dios. Él no hubiera podido utilizar la
palabra ¨ luz ¨ si ésta no hubiera existido, lo mismo con las palabras
cielo, tierra, hijo, padre, por eso las palabras anteceden a toda la
doctrina cristiana. Así comencé el escrito borrador para una charla,
tipo encuentro literario, al que me había invitado la psicóloga, en otra
clínica de atención psiquiátrica. Luego continué, pero no fue esto lo
que expuse exactamente…
Las palabras mágicas son un instrumento
cabalístico. Cuando digo: “ilumíname”, frente a la máquina, estoy
evocando la palabra “luz”y se carga de toda la simbología, pues luz
tiene tres letras y el tres es un número místico:
La santísima
trinidad, las tres marías, los tres ángeles, el triángulo del yo soy.
El
triángulo, desde la visión del “yo soy” o yosoy, todo junto, que se lee
yosoy al revés y al derecho, se ubica en la pirámide sagrada del
sentido de la perfección. Una cara de la pirámide es el triángulo, en
cada base se ubican, en una la “y” traducida en “i”, representando al
“1”uno y en la otra punta la otra “y” el otro “1”. Por lo tanto las
bases del triángulo son dos “1”, uno en cada extremo de la base. En la
cumbre del triángulo, en el ángulo superior se ubica la “o” traducida
en “0”, cero. En el centro del triángulo la “s” que acciona como unión.
Entonces, uniendo cualquier extremo de la base,”1”, con la cumbre o
ángulo superior “0”, se forma el número “10” diez. El número “10”
simboliza la perfección, además de que para los católicos significa los
diez mandamientos. Por esto la carga significativa de evocar la
palabra “luz”o “ilumíname” frente a la máquina.

Luego, cabe
mencionar que las palabras “Jesús” y “amén”, que insisto existían antes
que el cristianismo las pronunciara, tiene dos sílabas: Je-sús, a-mén,
tildadas en la segunda sílaba. Para sintetizar la tradición cabalística
de estas palabras referencio que dos sílabas es “2” dos, es decir “el
bien y el mal”, la tierra y el cielo, acentuando la segunda, es decir
mal, cielo, significando que a través del mal no se llega al cielo…
expuse cualquier cosa, recapacité después.
Un apartado
especial debo dedicar al “7”, que aparece en todas las máquinas de azar,
cabe mencionar que el premio es siempre tres sietes, con lo cual se
reúnen las cargas significativas de ambos números, el tres y el siete.
Pero respecto del “7” son innumerables las influencias simbólicas:
- Las siete maravillas del mundo;
-los siete sabios griegos, Priene, Quimón, Tales de Mileto…
-los
siete dioses de la buena suerte, deidades japonesas , a su vez
recibidas de la india, Shichi-fuku-jin, diseñados sentados en un
barco repleto de tesoros… algo tengo que reconocer en cuanto a mi
necesidad de apreciar la llegada de barcos y con las esclusas siempre
llenas , para que puedan arribar a puerto, se me ocurre que debe tener
alguna relación…
-las siete artes liberales del medioevo: gramática, lógica, retórica, música,…
Que según se adelantaron Platón y Aristóteles las siete artes en desarrollo completan la formación en inteligencia y moral.
Recuerdo que en una oportunidad intentando conversar con otra persona que jugaba en una
máquina
contigua, le contaba acerca de la carga significativa del siete, pero
sacó de entre su ropa un rosario y me dijo que esa era su única cábala.
Yo atiné a comentarle que los ave maría eran diez ante un padrenuestro y
que el diez… prefirió no escuchar mi versión y me pidió que la dejara
jugar sin interrupción porque estaba rezando muy concentrada.
En
otro encuentro al que fui invitada para exponer alguna temática de
Borges en diversos textos narrativos y poéticos, me terminé abocando al
tema de la cábala. Tomé del texto “El incesante” la frase:
“eres : cada solitario instante ”
Lo
escribí en una hoja grande y les mostré a los asistentes, que luego de
“eres” se podía contabilizar tres palabras, cada-solitario-instante, lo
cual tenía un significado que se podía connotar con distintos “3” que se
destacaban en Borges:
-”dos es una coincidencia, tres confirma, cierra las cosas…”
-el río de Heráclito, recreación del ayer-hoy -mañana…
Y seguía anotando en otras hojas ejemplos cabalísticos respecto del escritor:
-las
tres obras que siempre mencionaba, El Quijote. Macbeth y La Divina
Comedia, y que esta última estaba dividida también en tres, el
purgatorio, el cielo y el infierno.
- la ceguera, afectación de tres de sus antepasados;
- los tres colores que decía distinguir, amarillo, azul y blanco;
-las tres ramas de la ficción, la teología, el psicoanálisis y la literatura;
-los tres directores ciegos de la biblioteca nacional, Groussac, Mármol y Borges.
Así
continué hasta darle un cierre a mi exposición con una frase que nunca
supe si era o no de Borges pero argumenté que era de él:
“ ..Ya estamos muertos, cuando nada nos toca ni un anhelo, ni una palabra, ni la memoria.”
Tomé anhelo-palabra-memoria como la síntesis del “3” en la temática expuesta.
Cuando tenía la corazonada de que iba a ganar no dejaba de presionar la
tecla del “3”, que significaba apuesta triple. La máquina que más
rápido me pagó fue el Triple Cash y una de las que también me condenó.
En
un casino en Pinamar, creo que pertenecía a la Costa Atlántica, una
mujer y no recuerdo su nombre, pero pude tratarla un rato, pues me
invitó en un descanso en el juego, a una especie de casa de té, aledaña
al del casino. Ella tenía cábalas por doquier, una era que si la
máquina no le pagaba un premio interesante durante la primera hora, la
dejaba por un rato o el tiempo que tardara en desocuparse , pero pude tratarla un rato, pues me
invitó en un descanso en el juego, a una especie de casa de té, aledaña
al del casino. Ella tenía cábalas por doquier, una era que si la
máquina no le pagaba un premio considerable durante la primera hora, la
dejaba por un rato o el tiempo que tardara en desocuparse si la
ocupaban, hasta tres veces. Luego del tercer intento, si seguía sin
pagarle, cambiaba de máquina o se retiraba. La conocí mientras hacía uno
de esos intervalos, yo había jugado al lado de ella, en una máquina que
se tildaba o se borraba el indicador de créditos, a cada rato y había
que esperar a que un encargado o asistente viniera a repararla, pero
quería seguir en esa. Era una combinación de payasitos como comodines,
bares y circos, me palpitaba que iba a pagarme un buen premio. Mientras
espero al asistente ella me advierte que siendo lugareña, conocía
bastante las máquinas de ese casino, que la que yo había elegido era
demasiado lenta para pagar y que si a cada rato la apagaban y prendían,
perdía los registros de juego, lo cual hacía demorar u obstruir la
salida de los tres comodines. Fue así como me convenció de dejar la
máquina de los payasitos, para que vayamos fuera del casino,
argumentando que había que esperar a que entre más gente y que las
máquinas estuvieran bien cargadas. Asentí y terminamos conversando en la
ya nombrada casa de té. Cada una, hizo una síntesis apretada de su
historia con el juego, mintiendo, al menos yo lo hice, entre
divertimento, pesares, ambiciones, soledades…me apronté en preguntarle
acerca de sus cábalas luego de la primera siguieron varias. Ella sólo
iba al casino los días impares siempre, el día siete de cada mes era el
que más la convencía de poder ganar. Yo le conté un poco acerca de mi
teoría del número tres como cábala y quedó muy interesada, puesto que
era uno de sus números favoritos. Luego me contó que antes de salir de
su casa comía liviano y no volvía a comer nada más, solo infusiones y
fuera del casino, por más que permaneciera todo el día y la noche, no
probaba bocado. Argumentaba que la comida era un símbolo de querer
saciar el hambre y lo que ella buscaba era saciarse con el juego,
sensación que le proporcionaba lucidez y suerte en la mayoría de las
ocasiones. Yo igualmente, no comía en los casinos, más que las masitas
que sirven acompañando al café y en rara oportunidad un par de
sándwiches tostados de jamón y queso, me insistió en que probara no
comer o hacer lo que me exponía, como cábala infalible. La siguiente
exposición que hizo, en verdad no recuerdo bien el orden, fue la de
jugar en máquinas que hayan pagado recientemente el premio mayor, ya que
contrario a lo que pensaba la mayoría , solían repetir esos premios de
inmediato o ya no los volvían a dar por largo tiempo. Por eso en sus
recorridas o intervalos estaba atenta a las máquinas que pagaban premios
importantes y en esa se instalaba, por una hora y seguía su rutina.
También me mostró un pañuelo de seda verde, que siempre llevaba en su
bolsillo derecho y que lo cambiaba de bolsillo cuando hubiera
recuperado lo apostado. Al recomenzar con pérdidas, lo devolvía a su
bolsillo original. Yo le conté que en otro casino de la costa, le había
pedido la Biblia a unos vecinos evangelistas, con la excusa de ir a
leerla en la playa, la llevé al casino y cada tanto metía la mano en la
mochila la sujetaba fuertemente y repetía o inventaba oraciones,
encomendándole a la Biblia que me hiciera ganar, mal no me fue pero no
logré ganar nada tampoco. Continuó con lo de prender velas azules, que
significaban búsqueda de respuestas, los días pares, que juntaba los
restos de velas derretidas los guardaba en una bolsita y al día
siguiente, antes de ingresar al casino iba hasta el mar y arrojaba esos
restos de vela al agua, acompañando al acto se mojaba la cara con agua
de mar, a modo de bautismo, decía. Llevaba a cabo este ritual desde la
muerte de su marido, no me animé a preguntarle cuánto tiempo hacía,
supuse que bastante.
Por último sugirió volver al casino, habíamos estado unas dos horas fácilmente conversando
Y
me quedé con ganas de saber más, incluso para adoptar nuevas cábalas,
como lo venía haciendo con cada una que me enteraba o me transmitían, al
menos las tenía en cuenta.
Al entrar me propuso ir a la ruleta,

Yo tenía el pasaje de vuelta para
la media noche así que no pude permanecer en el lugar y con ella mucho
tiempo más. Intercambiamos números de teléfonos, que nunca utilizamos
para llamarnos. Las historias en los casinos, cuando uno es visitante o
no es asidua al sitio, terminan con la última apuesta y adiós. Así
incursioné en una ruleta electrónica y me había quedado con muchas ganas
de seguir apostando, pero no, salí de ese casino con los minutos
contados para subir al micro.
Volviendo a referenciar
el número tres y mis obsesiones, ocurrió que durante un reencuentro
telefónico con Ariel, el último creo, cuando le recriminé que él no
había estado ni cerca, durante las internaciones..que fueron tres
…entonces se desató compulsivamente mi discurso, le argumenté que no
era casual que hayan sido tres las internaciones. Él me pidió que no
diga estupideces, pero yo continué: sí, no apareciste ni para alcanzarme
algún libro, encima la primera fue día 27-9, la segunda el 21-12 y la
tercera el 3-3 es una estupidez que todas sean múltiplo de tres?
Quiero
decirte que hace tres meses que no tengo noticias tuyas y en cada
recuperación fui hasta tu casa, fui tres veces y no te encontré. Fueron
tres las notas que te dejé, la última hace tres meses cuando supe que
habías aparecido por la casa, en la que ya no vivo. Trató de
interrumpirme, diciéndome que yo estaba articulando cualquier cosa,
repitiendo “cualquier cosa” enfurecido, entonces continué: nunca te pude
explicar mi interpretación de estas cuestiones, es más lo más grave es
que me dediqué a jugar, al azar, siguiendo en cierta medida … “basta” me
gritaba, “estás completamente loca”. Llegué a argumentarle que tampoco
era casual que nuestra relación hacía tres años se había iniciado, creo
que en ese instante cortó o apagó su teléfono celular, pues por más que
lo intenté no pude terminar mi exposición. También quería decirle que en
los dos quirófanos en que me habían intervenido quirúrgicamente, las
luces de las pantallas eran tres, los números de camas de internación
habían sido el 47 en la primera y el 10 en la segunda… qué sentido tenía
continuar el análisis o la interpretación cabalística que ni yo ya
podía resistir.
4 comentarios:
hacía bastante que no me reía tanto con un texto de los que ensayo..jajaja y las cábalas.. !!! en fin..las escaleras por debajo casi siempre!!!
TENÉS RAZÓN QUERIDA , es la anticábala, ahora lo leí tranqui y es uno de los mejores de tus últimos.
Muy rica las referencias literales y ficticias también. Me encantó este capitulo13.
ALEGRÍA QUE VUELVAS CON TUS MEJORES LUCES.
gracias... qué bueno que aprontas por acá, en face también te leí y nada que ver con cábalas de borges ,todo lo contrario casi, la adversidad de la cábalas y por cábala te lo digo..
jajajaja
GRACIAS A VOS, A TODOS USTEDES, DESDE ACÁ SIEMPRE PRESENTE!
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