Sentí,
en la última página, que mi narración era un símbolo del hombre que yo fui,
mientras la escribía y que, para redactar esa narración, yo tuve que ser aquel
hombre y que, para ser aquel hombre, yo tuve que redactar esa narración, y así
hasta lo infinito.(A.101)
Referencia: Borges
© Apocatastasis.com: Literatura y Contenidos Seleccionados
La ley
de causalidad gobierna otra imposibilidad no menos absurda. La busca de
Averroes;
Referencia: Borges
© Apocatastasis.com: Literatura y Contenidos Seleccionados
Borges sublima esa desgarradura
en arte, en humor y, a veces, en intensa poesía como al final de su ensayo Nueva
refutación del tiempo donde la heroica y trágica condición de sueño y
soñador del hombre está resumida en su párrafo neto, como una miniatura de su
arte:
Nuestro destino no es espantoso
por irreal; es espantoso porque es irreversible y de hierro. El tiempo es la
sustancia de que estoy hecho. El tiempo es un río que me arrebata, pero yo soy
ese río; es un tigre que me destroza, pero yo soy el tigre; es un fuego que me
consume, pero yo soy el fuego. El mundo, desgraciadamente, es real; yo,
desgraciadamente, soy Borges (O.I. 256)
Referencia: Borges
© Apocatastasis.com: Literatura y Contenidos Seleccionados
1 comentario:
Nuestro destino no es espantoso por irreal; es espantoso porque es irreversible y de hierro. El tiempo es la sustancia de que estoy hecho. El tiempo es un río que me arrebata, pero yo soy ese río;
Publicar un comentario