Miró desconsoladamente buscando tan sólo una respuesta en la bruma.
No había reino gobernable,era el reino de sus dolores sumado al reino de todos los dolores de todos los malditos orates.Volvió a llorar espasmodicamente.Convulsión en cuerpo y alma,y los vómitos...los nauseabundos vómitos contaminaron la cubierta y los sucio ropajes del imbécil individuo barbado vestido de mujer, que intentaba calmar los horrores del enano,sujetándolo para que no moviera las pequeñas extremidades que lanzaban violentos golpes a la nada.
El patético energúmeno logró escabullir su cuasi humanidad,arrojó su corona de hojalata por la borda y comenzó a autoflagelarse golpeándose con su manos y estrellándose reiteradamente contra el palo mayor de la pestífera nave.Gritaba...¡Sì!...Gritaba e insultaba a los copuladores que lo habían engendrado y arrojado a tal ominoso escenario.El manco babeaba y se lamentaba, blasfemando su ira provocada por la impotencia de sus carencias aladas.
Eric von Bibert
4 comentarios:
El patético energúmeno logró escabullir su cuasi humanidad,arrojó su corona de hojalata por la borda y comenzó a autoflagelarse golpeándose con su manos y estrellándose reiteradamente contra el palo mayor de la pestífera nave.
( SÍ LO LOGRÓ!!)
MUY BUENA PROSA Y LA IMAGEN CAMBIÓ TAMBIÉN!!)
ESTA IMÁGEN ACOMPAÑA CON OTRO TINTE AL TEXTO. MUY BUENO POR CIERTO! QUE SIGAN LAS NAVES!
gracias querido un gusto conectar contigo. acá estamos. salutis.
nos quedamos sin rey?
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